viernes, 3 de agosto de 2007

Una de gas y otra de arena

La costa norte de la provincia de Castellón genera noticias día a día. Que si un parque eólico marino (offshore), que si un depósito submarino de gas... vamos, que de nuevas tecnologías relacionadas con energías renovables y energías fósiles estamos que nos salimos.
Rápidamente, pros y contras de este proyecto. En principio, el coste económico de llevar hasta allí el gas e inyectarlo en el subsuelo puede ser un punto en contra, la oposición de la zona por el impacto económico, visual y ecológico también se postulan en esa línea.
Sin embargo, debemos intentar ver estas noticias desde otro punto de vista. La dependencia energética de un elevado porcentaje de la economía provincial depende del gas natural. Recordemos que hace unos años el suministro de varias empresas tuvo que ser restringido al converger en el espacio tiempo, el mal tiempo en el Mediterráneo (frenó el transporte de GNL desde Libia), el incremento de consumo y el corte del gasoducto procedente de Rusia. A más de uno le temblaron las piernas.
Somos dependientes, y mucho, del gas, por lo que todo aquello que, dentro de unas garantías de seguridad y respeto del medio ambiente, sirva para tener de donde tirar cuando pase algo así debería ser bien visto.
Por cierto, si no quieren meter allí gas, por qué no meter CO2?? Viva el secuestro de este gas.
PS

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