viernes, 10 de agosto de 2007

La playa eterna va a llegar.





Si es que va a ser verdad que las temperaturas se están disparando y que dentro de nada llevaremos manga corta en invierno y trikini en verano, o quien sabe si un traje ignífugo y calorífugo como si al lado de un volcán nos encontráramos.

Ahora es un instituto de predicción, el Hadley, quien ha pulsado una vez más el botón de alerta y señala que hasta el 2020 (lejos para muchos, pero algo que viviremos todos), las temperaturas aumentarán y se batirán récords.

Dudo que esas marcas en el termómetro nos vayan a sorprender, quien sabe si hablaremos de mínimas más altas o de máximas que llegarán a una media de 40 grados. Queda tiempo, eso es indudable, pero en la vida de la Tierra, 23 años no son nada. Además, más vale ponerse las pilas, porque como todo el mundo sabe, la historia es cíclica, y los errores de imprevisión que arrastramos podrían repetirse.

Voy a comprarme un equipo de aire acondicionado que vaya con un generador eólico apoyado por una placa solar y una central portátil de concentración solar, por si las moscas.

PS

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