viernes, 17 de agosto de 2007

Posidonia va, posidonia viene

Hay que ver la posidonia si dará que hablar en la actualidad, y digo en la actualidad porque hasta hace unos años no sabían qué era nada más que los biólogos.
Resulta que esta planta, que la ha conocido de siempre toda persona cercana al mar y que calificaba como alga, se ha convertido en el mayor indicador sobre la salud del Mediterráneo. Sin embargo, este punto de control es ya el que mayor confrontación política produce entre las distintas administraciones, y hablo del caso valenciano en particular.
El Ministerio de Medio Ambiente y la Generalitat llevan desde que cambió el Gobierno en España debatiendo y enfrentándose a cuenta de esta plantita, dicho con todos mis respetos, lo que es paradójico si se piensa que hace unos años ni se tenía en cuenta.
Pues bien, por un lado tenemos la defensa a ultranza que hace el Gobierno Valenciano de la posidonia frente a la salmuera que producen las desaladoras. Según la Generalitat, lugar donde se pone una de estas plantas de producción de agua potable, lugar donde desaparece la flora marina. Sin embargo, el ministerio y los técnicos recuerdan siempre que hay soluciones técnicas apropiadas para evitar el daño, como alejar los sumideros de la costa y colocar difusores. Con ellos, según sus estudios, la salinidad del agua en las zonas de expulsión es prácticamente igual que la del resto del mar.
Obviamente, detrás de este enfrentamiento se encuentra la política hídrica que sostienen los dos principales partidos políticos, el PSOE y el PP. El primero apuesta por las desaladoras frente al derogado trasvase de aguas del Ebro, mientras que el segundo ve como única opción conseguir agua de ese río.
Así, primera utilización política de esta digna planta marina.
Frente a esta situación, el Ministerio de Medio Ambiente no se ha cruzado de brazos y ha pasado a la ofensiva. Habrán pensado: "Si ellos defienden la posidonia porque es una señal del buen estado del mar, porque es una comunidad turística que vive de él, vamos a defenderla nosotros también, más de lo normal". Vamos, casi como una huelga de celo o una huelga a lo japonés.
Por ello, nos encontramos ahora que el ministerio que dirige Cristina Narbona ha puesto sus ojos en la ampliación del Puerto de Valencia. Esta nueva infraestructura, necesaria para que el recinto portuario valenciano continue liderando el transporte de mercancías por el Mediterránso, ha sido defendida e impulsada por la Generalitat. Según Medio Ambiente, si las obras dañan la flora marina las paralizarán, y adiós a este proyecto.
Segundo enfrentamiento entre ambas administraciones, en un ciclo que no se sabe cuando llegará a su fin.
 
Ni la posidonia es tan sensible ni hay que desentenderse de ella. Como todo en este mundo amenazado por el avance y el progreso económico, tecnológico e industrial de la humanidad, hay que respetar el medio ambiente. Sin embargo, éste no debería ser objeto de lucha entre políticos, como tampoco lo debería ser el terrorismo, dado que todos nos jugamos algo con él.
¿Quién sabe si habrá alguna planta en el Mediterráneo dentro de 20 años?
 
PS

1 comentario:

Milena Polifrone dijo...

Hola,
me parece muy fuerte tu duda sobre que en tan solo 20 años no haya plantas en el Mediterraneo, y espero que no sea así.
Soy una bióloga italiana y espero que no te importe que te diga mi opinión.
A parte de la Posidonia oceanica, que tiene una elevada importancia en el ambiente marino a substrato arenoso, hay otras fanerógamas marinas y alguna algas protegidas. El papel ecológico de la Posidonia oceanica se basa no sólo sobre el hecho de que es la única especie de Posidonia que se encuentra en el Mediterraneo (todas las demás se distribuyen principalmente en Australia), pero también tiene diferentes funciones en la protección del ambiente costero. Sobre sus hojas se depositan diferentes especies de algas, foraminíferos, briozoos y hidrozoos, aumentando la biodiversidad del ecosistema. Entre las hojas los peces (la mayor parte de ellos son especies de interés comercial) encuentran alimento, los juveniles encuentran refugio contra los depredadores, y los adultos ponen los huevos en un ambiente protegido. Entre todas las especies que viven en la pradera se establecen relaciones reciproca, transformando lo que es una simple planta acuática en un ecosistema complejo. Además los organismos calcareos que viven sobre las hojas de la Posidonia, al morirse caen al fondo y enriquecen la arena. Las hojas acintadas se mueven al ritmo de las corrientes atenuandolas antes de que lleguen a la costa y las raíces mantienen la arena evitando la erosión de la costa (mantenendo la arena fine cerca de la costa, evitan también que las olas se lleven la arena de las playas).
La Posidonia es un planta indicadora de la buena calidad de las aguas marinas porque por su fragilidad es la primera que desaparece cuando la calidad del agua no es buena. La presencia de las praderas indíca que el ambiente costero no tiene contaminación, porque si así fuera no estaría ninguna pradera.
Existen estudios sobre la resistencia de la Posidonia al exceso de salinidad y se ha observado que admite sólo 40 ppm. Es verdad de otro lado que si el emisario no es muy profundo (meno de 15 metros de profundidad) y hay un regimen de corriente apropiado, la salmuera puede disperderse rapidamente sin causar problemas a la pradera. En el caso de la construcción del puerto, muchas veces se han construídos puertos en cima de praderas que consecuentemente han desaparecido. También si la obra está cerca de la pradera la deposición excesiva de polvo puede perjudicar la Posidonia.
La importancia de la Posidonia es conocida desde hace decadas, pero los biólogos han tardado mucho tiempo en darse cuenta que para poderla proteger debían involucrar los politicos y la gente común y compartir con ellos todas estas información. Aún más tiempo han tardado en convencer los políticos de la importancia que tiene la Posidonia y por esta razón todos consideramos un éxito que (por la razón que fuera) los políticos hayan decidido defender las praderas.