Esta ley dice que cuanto menor es el nivel de riqueza de un pueblo más expuesto está a catástrofes. Obviamente no es una ley promulgada ni patentada (o eso creo) por nadie, sino es sólo una reflexión sobre la verdadera posiblidad de que aquellos pueblos que tienen un alto nivel de pobreza no podrá hacer frente a las consecuencias del calentamiento globlal y, por extensión, del cambio climático.
Hace unas semanas, en los cursos de verano que El País y la UAM realizan en Miraflores de la Sierra, una representante de Intermon Oxfam ya advertía de lo que puede pasar y de lo que ya está pasando en África y en puntos de sudamérica.
Ojo, que si su situación es ya precaria, si las condiciones de cultivo, y por ello de subsistencia, cambian el Mundo se enfrenta a una situación de alerta con un incremento gradual del número de muertes al año por desnutrición y catástrofes naturales en aquellas zonas.
PS
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