Cuando aquellos que tienen problemas cardíacos se enteren de que tener un coche diesel les está "perjudicando" ya veremos qué hacen con ellos.
A partir de ahora, viva la gasolina. (Bueno, hasta dentro de 50 años, cuando tengamos que decir, viva las suelas de mis zapatos)
PS
jueves, 13 de septiembre de 2007
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